Editorial No. 22
Por Mauricio Muñoz Vargas
Cuando las actividades rutinarias de la vida cotidiana se tornan en una monótona sucesión de resignaciones, es pertinente algo de oxígeno a través de la fotografía.
Para Stephanye Duque, nuestra invitada en esta edición, la magnitud del paisaje no se puede comparar con nada, ella ha entendido muy bien que la naturaleza tiene una especie de antídoto para contrarrestar la rutina de la selva de concreto. La fotografía le ha permitido el encuentro con lugares fascinantes que despiertan emociones hasta en el más insensible.
Stephanye ha experimentado una comunión con estos lugares, travesías que no estaba acostumbrada a realizar, caminatas extensas y esfuerzo físico que le ha costado mucho, pero que al final, dice ella, es algo que ha valido la pena. Durante sus recorridos ha logrado conectarse con estas locaciones naturales ha inmortalizado a través de su lente. Desde hace un par de años, cada que tiene la oportunidad, hace las maletas, empaca su cámara y sale al encuentro con la inmensidad del verde de algún bosquecillo que le permita escapar de la rutina y disparar su Canon T3i.
En esta entrega hemos publicado fotografías de algunos de sus viajes: Villa de Leyva, Provincia de Ricaurte (Boyacá), Amazonas, Laguna del Otún (Risaralda) y el Cairo(Valle del Cauca).
Stephanye Duque Salgado nacida en Tuluá, Valle del Cauca, realizó estudios de diseño gráfico en el Instituto de Bellas Artes de la ciudad de Cali, en la actualidad trabaja en su taller La Duquesa Gráfica.